OBRA: La
dama vestida de azul de Matisse (1869-1954)
CORRIENTE: Expresionismo.
ESPACIO: Bidimensional
plano cerrado.
COLORES: Fríos
y cálidos.
TEMA: Cuerpo
femenino.
ELEMENTOS:
La figura es aplanada, resaltando un balanceo
de curvas.
Cuerpo proporcionado aunque rompe la
desproporción de las manos (es un elemento estabilizador).
La armonía se logra con la mano no como
figura sino como un elemento estabilizador.
La frescura y la aparente simplicidad de la
Dama Vestida de Azul nos hace pensar en una creación espontanea, fácilmente
lograda. Las diversas etapas por las que pasó la obra. La Dama de Azul empezó
siendo un cuadro casi realista, y como a través de varias transformaciones
llegó a ser la obra que precisamente ahora vemos después de enérgicos reajustes
sobre su forma y colorido.
Matisse ha desechado, con toda intención, los
principios de la perspectiva, aprovechando el modo de pintar planiforme. La
mano que sostiene el collar sorprende por su gran tamaño sin que de inmediato sea
fácil aceptar su exageración. Pero si se tapa esta mano, se presentará un
vacío. Concebida como mano resulta grotesca; pero no es una mano. Es un
elemento en una composición de líneas, forma y color. Su extraordinario tamaño
y su ostensible posición en el centro del cuadro hacen que sea el más
importante elemento de su estabilidad en esta composición de curvas tan
diversas.
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